Suena la campana y empieza el asalto. Ricardo "El Maestrito" Córdoba, frente a frente con día a día. Para comenzar, una combinación de jab y recta a la dirigencia del boxeo nacional. Luego, se toma un tiempo para hablar de su infancia, las bolsas que ganó, su madre... y, tras ese breve respiro, vuelve a la carga y arremete con fuerza, en un combate en el que también pelea por tratar de proteger a los actuales púgiles de no pasar por algunos amargos momentos que a él le tocó vivir.
Para el excampeón del mundo, "ni en 100 años ningún deporte en Panamá" suplantará al boxeo, aunque reconoce que ha dejado de ser "el número uno".
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El ahora entrenador considera que, actualmente, "estamos pasando por una escasez de talento", y pide a la Federación de Boxeo que "tome las riendas" y ponga a esta disciplina "en el lugar que siempre ha estado en Panamá".
"Si los encargados no se están preocupando por sembrar, esto va a seguir decayendo", advirtió.
Sobre su infancia, Córdoba la describió como "bien difícil". "Prácticamente desde los ocho años no vivo con mis padres... era un niño de la calle, me gustaba estar en la calle, amanecía afuera... no hacía malas cosas, pero no tenía una conducta adecuada para un niño de mi edad... tuve malas amistades que me llevaron a estar una vez en el tutelar de menores. Eso me hizo entrar en razón", agregó.
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Cuenta "El Maestrito", por otra parte, que su primera gran bolsa la recibió por una pelea en contra de Celestino "Pelenchín" Caballero.
"Gané 1,500 dólares, lo vi como ufff... una bolsa bastante jugosa. Después de ahí disputé título mundial con Poonsawat Kratingdaenggym, gané una bolsa de 40,000 dólares, automáticamente le regalé una casa a mi mamá, tuve mi primer auto...", relató.
"Saber cómo usar mi dinero fue muy importante. Había estudiado, hecho mi bachillerato y así tuve una guía para saber cómo usar mi dinero. A los 21 años ya tenía mi casa y carro pago. Gasté, pero invertí la mayor parte de mis ganancias", continuó.
El istmeño expresa que evaluó seriamente decir adiós al pugilisimo, luego de un agrio episodio que llegó en medio del botín más grande de su carrera.
Un 'robo'
"Mi bolsa más alta fue contra el cubano Guillermo Rigondeaux. Gané 75, 000 dólares, de los cuales a Panamá me llegaron 35, 000 dólares, debido a un poco de cláusulas que me pusieron mis manejadores gringos. Fue algo que me desanimó. Me robaron. Eso me hizo pensar en dejar el boxeo del todo", apuntó.
Es por eso que ahora Córdoba piensa "con luces largas" y quiere, en un futuro próximo, "manejar a mis propios peleadores".
"Acabo de obtener la licenciatura en Derecho y Ciencias Políticas. Estoy sembrando en peleadores jóvenes para, en un futuro, poder manejarlos. Sé cómo se maneja esto del boxeo", sentenció.
"Tengo dos niños Ricardo y Michael... uno juega fútbol y el otro béisbol... si no les gusta el boxeo, mucho mejor para mi".
'Esto de verdad me apasiona'.
2012
año en el que realizó su último combate.
39
victorias sumó en su carrera boxística.
34
años de edad tiene Córdoba.
"Hubo oportunidades en las que estuve una semana sin poder comer, y tenía que entrenar a la vez. No podía dormir del hambre que tenía. El boxeo es un deporte muy sacrificado. El que me diga a mi que después de 35 años está en el boxeo por amor, me está pegando mentira... a veces tienes que abstenerte de no poder estar con tu esposa hasta por tres o cuatro meses".